En el año 2002, la dupla conformada por Danny Boyle y Alex Garland revolucionó el cine de terror con una nueva visión sobre los zombis. Su propuesta, titulada 28 días después, presentaba una perspectiva sombría que exploraba una pandemia global y sus efectos devastadores, no solo por la infección misma, sino por cómo exacerbaba lo peor del ser humano. La narrativa destacó por mostrar conflictos entre sobrevivientes y la violencia generada en un mundo colapsado.
Continuación y evolución del universo
Cinco años después, en 2007, se estrenó 28 semanas después bajo la dirección de Juan Carlos Fresnadillo, quien también escribió el guion. Esta secuela buscó recrear la atmósfera inquietante de la original, aunque su enfoque se inclinó más hacia la acción y la sangre que hacia la crudeza del mundo postapocalíptico. No obstante, permitió expandir el universo al introducir la idea de un virus que, en vez de extinguirse, se volvía más potente con el tiempo.
El regreso del equipo original
En 2025 se estrenará 28 años después, primera entrega de una trilogía confirmada. Danny Boyle vuelve a la dirección para reinterpretar los elementos clave del universo original y conectar las historias anteriores. Para entender esta nueva entrega, es fundamental recordar los eventos previos, desde el origen del virus hasta el estado de Inglaterra fragmentada por la infección. La película promete explorar a fondo los escenarios destruidos que mostró el tráiler.
Origen de la pandemia
En 28 días después (2002), la infección comienza con un accidente biológico en un laboratorio de Cambridge, cuando un grupo de activistas ecologistas libera a chimpancés infectados con una cepa mutante del virus de la rabia. Tras un mordisco a uno de los activistas, el virus muta instantáneamente, desencadenando una reacción de ira irracional y violenta que convierte a las personas en criaturas sanguinarias. El colapso de Inglaterra es rápido, pero la historia se centra en Jim (Cillian Murphy), un joven que despierta de un coma y descubre Londres abandonada.
Supervivencia y conflictos humanos
Durante su travesía por una ciudad desolada, Jim se encuentra con Selena (Naomie Harris), Frank (Brendan Gleeson) y Hannah (Megan Burns). El grupo busca refugio seguro, pero descubre que el mayor peligro no son solo los infectados, sino también otros sobrevivientes organizados en facciones violentas. La película termina con una esperanza incierta: los infectados mueren de hambre y se sugiere la posibilidad de aislar las zonas afectadas.
El resurgimiento de la amenaza
En 28 semanas después (2007), la crisis parece controlada 28 semanas después de la primera infección. Los infectados han muerto y las zonas de riesgo están vigiladas. Don (Robert Carlyle) regresa con sus hijos, mintiendo sobre el abandono de su esposa Alice (Catherine McCormack). Al descubrir que ella sobrevivió y es inmune, intenta contactarla a pesar de los riesgos. El encuentro termina en tragedia cuando Don se infecta, mata a Alice y desata una nueva ola de contagios que se extiende a nivel global, como se muestra con escenas de infectados en París.
Lo que revela el futuro
La nueva entrega, 28 años después (2025), se sitúa 28 años después de los eventos de la segunda película. En este escenario postapocalíptico, no hay cura en vista y el mundo entero enfrenta las consecuencias. Isla (Jodie Comer) y Jamie (Aaron Taylor-Johnson) han establecido un refugio en la costa de Northumberland, pero persisten dudas sobre la mutación del virus y la supervivencia de los infectados originales. La cinta explorará la civilización surgida tras el colapso humano.