Legado de un maestro de la fotografía documental
El renombrado fotógrafo brasileño Sebastião Salgado, de 81 años, falleció este viernes a causa de leucemia, según informó el Instituto Terra, organización que fundó junto a su esposa Lélia Wanick. La Academia de Bellas Artes de Francia, de la cual era miembro desde 2016, también confirmó la noticia.
Las primeras versiones señalaron que el deceso ocurrió en París, lugar donde residía desde hace varios años y desde donde construyó gran parte de su carrera fotográfica. La enfermedad se originó en 2010 durante el desarrollo de su proyecto Génesis, cuando contrajo una forma particular de malaria que años más tarde evolucionó en leucemia, según detalló su familia en un comunicado.
Un mensaje de transformación a través del arte
El Instituto Terra expresó en un comunicado:
“Fue mucho más que uno de los mejores fotógrafos de nuestro tiempo (…) Su lente reveló el mundo y sus contradicciones; su vida, el poder de la acción transformadora”.
La ONG aseguró que continuará honrando su legado enfocado en la restauración de la tierra, la justicia y la belleza.
Una mirada comprometida con la humanidad
Durante más de cinco décadas, Salgado se dedicó a documentar las realidades sociales y humanas más complejas: refugiados afectados por conflictos armados y hambrunas, condiciones extremas de vida de trabajadores agrícolas y mineros, y las migraciones forzadas por crisis humanitarias. Su trabajo también exploró la explotación derivada del sistema capitalista. Sobre el impacto que deseaba provocar en quienes observaban sus obras, afirmó:
“Espero que la persona que entre a una de mis exposiciones no sea la misma al salir”.
Un recorrido global por lo extremo
El artista brasileño recorrió más de 130 países en su búsqueda por capturar escenarios naturales extremos, como los fríos polares de Siberia y la Antártida –con temperaturas que llegan a los 50 grados bajo cero–, así como zonas inhóspitas como el desierto de Kuwait en llamas, donde relató haber perdido parcialmente la audición por las explosiones tras la Guerra del Golfo.
Blanco y negro: La esencia de su mirada
Salgado fue reconocido por su uso casi exclusivo del blanco y negro, que consideraba una herramienta para abstraer la realidad y resaltar la dignidad humana. En una entrevista, explicó:
“El color distrae. Cuando fotografío en blanco y negro transformo los colores en gama de grises; es una abstracción para representar la dignidad de las personas que fotografío”.
También destacó que esta técnica permite que los espectadores proyecten sus propios sentidos en las imágenes, otorgándoles un valor más personal.
Respuesta a las críticas sobre su enfoque artístico
Ante cuestionamientos sobre su representación de la pobreza, Salgado defendió su visión:
“La belleza no eran los ojos azules ni el pelo bien cuidado; la belleza era la dignidad de las personas (…) He buscado la belleza del otro lado: la de los pobres, porque es gente digna que vive en este bonito planeta”.
Un compromiso más allá de lo político
El fotógrafo, aunque formado con ideología de izquierda, rechazó pertenecer a partido alguno, declarando que su motivación era una
“preocupación humana, social, económica y ecológica”
. Planteó la necesidad de transformaciones profundas en la sociedad:
“Debemos proteger este planeta y tener una mejor forma de vida para toda la gente. Parar esta gran violencia que tenemos. Somos el único animal con escuelas de asesinar: los ejércitos. Tendríamos que cambiar todo eso”.
Reconocimientos y trayectoria profesional
Salgado colaboró con agencias como Sygma, Gamma y Magnum Photos, de la cual fue miembro hasta 1994, año en que fundó Amazonas Images junto con su esposa. A lo largo de su carrera recibió múltiples premios, entre ellos el Premio Príncipe de Asturias de las Artes (1998), el Eugene Smith de Fotografía Humanitaria (1982), el Premio Oskar Barnack (1985 y 1992), el Premio Hasselblad (1989) y el Lifetime Achievement Award (2010). En 2001 fue nombrado embajador especial del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.
Origen y formación de un visionario
Nacido el 8 de febrero de 1944 en Aimorés, Minas Gerais, Salgado fue el único hombre entre siete hermanas. Inicialmente siguió una carrera en economía, como deseaba su padre, pero en 1969 obtuvo una beca para estudiar en París. Un regalo de su esposa –una cámara fotográfica– y los viajes asociados a su trabajo lo llevaron a abandonar la economía en 1973 para dedicarse plenamente a la fotografía.