El reconocido actor Benicio del Toro vivió un episodio inusual en un aeropuerto estadounidense. Mientras viajaba de Boston a Los Ángeles, personal de la TSA detuvo su equipaje de mano para una inspección más exhaustiva. La razón: el guion de su próximo filme “The Phoenician Scheme”, dirigido por Wes Anderson, mostraba escenas con títulos que generaron alerta inmediata entre los agentes de seguridad.
El contenido del documento cinematográfico incluía páginas tituladas “Interior Airplane: Bomb”, seguida de otras denominadas “Interior Cockpit: Eject the Pilot” y “Crash”. Durante su participación en “Late Night with Seth Meyers”, el ganador del Óscar detalló cómo la situación escaló cuando personal aeroportuario decidió notificar a supervisores para una revisión especializada.
Proceso de verificación y posterior autorización
Cinco empleados de la TSA se congregaron alrededor del guion, examinando cada página con extremo cuidado. Finalmente, un supervisor llegó al lugar y tras analizar el material, permitió continuar el viaje. Del Toro considera que su identificación como actor pudo haber influido en la resolución del caso, mencionando que su reconocimiento por trabajos previos como “Sicario” y “Traffic” podría haber facilitado la comprensión de la situación.
Precedentes de celebridades con protocolos aéreos
No es el único artista que enfrenta contratiempos con controles de seguridad. Hugh Grant relató un incidente en Heathrow donde oficiales cuestionaron a sus hijos sobre su parentesco, describiendo la experiencia como “espeluznante”. Por otro lado, Ellen Pompeo tuvo que esperar una hora mientras expertos en explosivos analizaban un snack de semillas orgánicas marca Erewhon que transportaba.
Channing Tatum ha experimentado demoras por líneas de diálogo de sus películas, especialmente la frase “Mi nombre es Jeff” de “22 Jump Street”, mientras que a Winona Ryder le piden repetir “Beetlejuice” tres veces, recordando su participación en la película homónima.
Antecedentes de la agencia de seguridad aérea
La TSA se estableció como consecuencia directa de los atentados del 11 de septiembre de 2001, bajo la Ley de Seguridad en la Aviación y el Transporte. Su creación buscaba prevenir ataques terroristas mediante estrictos protocolos de verificación en terminales aéreas. La institución destaca en su portal oficial valores como integridad, respeto y compromiso, con un enfoque en la profesionalidad de su personal.
“Mission Hall: Remembering the Past, Informing the Future”
Este espacio, ubicado en la actual sede de Springfield (Virginia), ofrece un recorrido sobre la historia de la TSA, desde su fundación tras los atentados hasta la actualidad. La exposición permanente actualizada desde 2020 muestra la evolución tecnológica y operativa de la agencia.