Taylor Swift ha logrado un hito significativo al recuperar el control total sobre su catálogo musical, que abarca desde sus primeros trabajos hasta su consolidación en la industria. Este logro, alcanzado seis años después de que sus derechos fueran adquiridos por Scooter Braun sin su autorización, se concretó mediante una compra directa a la firma de capital privado Shamrock Capital.
Detalles de la adquisición
La cantante anunció con entusiasmo la adquisición de los masters, videos musicales, películas de conciertos, arte visual y canciones inéditas de sus primeros seis álbumes. Aunque no se han revelado cifras oficiales, se menciona que el costo estuvo más cerca de los 300 millones de dólares, que de las estimaciones previas de 600 a 1000 millones.
“Toda la música que he hecho ahora me pertenece”, expresó Swift en un comunicado. Además, reconoció el apoyo de sus fanáticos como fundamental para alcanzar este objetivo.
Posición de Scooter Braun
Braun, señalado como el villano en este proceso, emitió una declaración breve: “Estoy feliz por ella”. Sin embargo, se descartó cualquier participación suya en la operación, destacando que el éxito se debe únicamente al equipo de Shamrock Capital y a su gestión en Nashville.
Origen del conflicto
El conflicto entre ambos comenzó en 2019, cuando Ithaca Holdings, propiedad de Braun, adquirió Big Machine Records, el sello discográfico donde Swift debutó. La artista expresó su descontento, indicando que Braun “me despojó de la obra de mi vida, no se me dio la oportunidad de comprarla”.
Ante la imposibilidad de recuperar sus masters, Swift decidió regrabar sus primeros álbumes bajo el sello “Taylor’s Version”, una estrategia que ha resultado exitosa comercialmente y con gran respaldo de sus seguidores.