La historia detrás de una de las frases más reconocidas del Chavo del 8 se revela en la producción estrenada el 5 de junio en la plataforma Max. La serie biográfica titulada Chespirito: sin querer queriendo explora el origen de esta expresión a través de una recreación de la infancia de Roberto Gómez Bolaños en la Ciudad de México durante 1935.
Una vivencia infantil que marcaría la historia de la televisión
La trama presenta a un joven Roberto caminando junto a su hermano Horacio y su madre con rumbo al circo. Lo que parecía una salida familiar común terminaría convirtiéndose en un momento trascendental para el futuro creador de personajes emblemáticos.
En medio de la función circense, el pequeño es invitado al escenario por el Payaso Roberto, quien le entrega una escoba para realizar un acto de equilibrio. El entusiasmo del niño por cumplir con el reto resulta en un desenlace inesperado: accidentalmente golpea al comediante.
La frase que se convertiría en legado
Ante la situación, Roberto pronuncia por primera vez lo que después sería su frase característica como personaje televisivo:
“Fue sin querer queriendo”
. El payaso, lejos de molestarse, lo consuela con un abrazo y le entrega una gorra que anticipa visualmente el icónico atuendo del Chavo del 8.
Memorias y ficción entrelazadas
El contenido de la serie se basa parcialmente en las memorias de Gómez Bolaños, particularmente en su libro Sin querer queriendo, donde describe con nostalgia su experiencia en el Circo Alegría. Aunque la producción toma ciertas libertades narrativas, incorpora elementos inspirados directamente en sus escritos y en relatos familiares.
El comediante dedicó párrafos a describir el ambiente circense:
“Ese era el aroma que exhalaban los volantes donde se anunciaba el regreso del pequeño, pero fascinante, circo Alegría”
. También destacó la versatilidad artística del Payaso Alegría, a quien recordó como un exponente completo del espectáculo.
Detalles del entorno que inspiró al genio cómico
Según relata Bolaños, el Circo Alegría operaba cerca del Parque Central en la colonia del Valle, ofreciendo una completa variedad de actos tradicionales: trapecistas, alambristas, magos, domadores y animales exóticos. Esta rica experiencia sensorial parece haber sembrado las primeras semillas de su vocación artística.