Natália Subtil ha emitido una declaración pública en respuesta a las recientes declaraciones de Sergio Mayer Mori sobre su situación de custodia. La modelo brasileña confirmó haber limitado el contacto del actor con su hija Mila, de 8 años, como medida de protección emocional.
Contexto de la controversia
El hijo de Bárbara Mori y Sergio Mayer ha expresado públicamente que su expareja le ha impedido ver a su hija, a pesar de sus intentos por comunicarse con ella mediante mensajes. El actor también comentó públicamente sobre las circunstancias en las que se desarrolló su relación pasada con Subtil.
Respuesta contundente de Natália
Mediante un comunicado en sus redes sociales, Subtil manifestó su desacuerdo con las declaraciones del actor. La modelo enfatizó que no ha recibido apoyo económico para el cuidado de su hija.
“Ante los comentarios recientes y vulgares emitidos en mi contra, los cuales carecen totalmente de verdad y respeto, me veo en la necesidad de expresar lo siguiente: Como mujer, madre soltera y extranjera, considero inaceptable el uso de expresiones machistas, ignorantes y denigrantes hacia mi persona. Ninguna mujer merece ser tratada con semejante nivel de violencia verbal y simbólica, y mucho menos cuando se está cumpliendo con responsabilidad y amor un rol tan significativo como el de madre.”
Subtil destacó que es la única proveedora económica de su hija y detalló que Mila cuenta con todos los recursos necesarios para su desarrollo integral, incluyendo alimentación, vestido, atención médica, educación y actividades recreativas.
Clarificación sobre la convivencia familiar
La modelo negó haber restringido anteriormente el acceso del padre a su hija, indicando que Sergio Mayer Mori ha sido informado sobre las visitas de los abuelos paternos y que siempre ha tenido la oportunidad de participar si así lo deseaba.
“Lamentablemente, el señor ha insistido en difundir la falsa versión de que le prohíbo el contacto con su hija. Por ello, y solo tras múltiples acusaciones públicas infundadas, el día 4 de mayo de 2025 procedí a restringir el acceso como medida legítima de protección emocional, tanto para mi hija como para mí: Lo hice después de reiterados intentos fallidos de comunicación y respeto mutuo…”