De pandilla a documental
En los años ochenta, un grupo de adolescentes originarios de Tacubaya y Observatorio se convirtió en uno de los colectivos juveniles más recordados de la Ciudad de México. Conocidos por su espíritu inconformista y sus choques con la autoridad, estos jóvenes vivieron en una época en que Arturo Durazo ocupaba el cargo de jefe policiaco capitalino.
Sus integrantes enfrentaron diversas consecuencias por sus acciones, incluyendo estancias en prisión, aunque algunos lograron reconducir sus vidas. Esta historia inspiró el documental Sex Panchitos, dirigido por Gustavo Gamou, que debutó en el FICUNAM.
Un proyecto que nació del barrio
El cineasta explicó que el proyecto surgió de su interés por narrar historias del entorno donde reside: “Martín, el hermano de un Panchito fallecido, nos invitó a una reunión donde conocimos a varios integrantes de la banda”.
El primer participante en aceptar fue Ramón, apodado “Ulti”, quien permitió al equipo acompañarlo a una visita carcelaria. “En realidad no hubo necesidad de convencer a nadie, todo se dio de manera muy natural”, comentó el director sobre el proceso de selección de personajes.
Diez años de proceso creativo
El desarrollo de la obra tomó una década, período que incluyó la pandemia y múltiples encuentros con los protagonistas. Chantal Guedy, productora del proyecto, destacó que: “Fue un proceso de tejer redes de comunicación. Ha sido un recorrido muy largo”.
El documental no buscaba inicialmente ser una historia de redención, pero eso es lo que terminó mostrando: “Filmamos de una manera muy intuitiva, sabíamos que teníamos que parar en un momento, pero en realidad no sabíamos qué pasaría con algunos de los personajes”, indicó Gamou.
Impacto en la comunidad
Los exmiembros del grupo ahora trabajan en proyectos comunitarios como la asociación civil Sex Panchitos Punk. “Si la película deja ver algo de luz es porque así se dio”, aseguró el director, quien destacó que “nosotros no la buscamos, éramos conscientes de que podía pasar algo negativo, pero por suerte no sucedió”.
Tatiana Graullera, otra de las productoras, señaló que: “La mayoría de las personas no fueron Panchitos, pero sí, todo el mundo tenemos luchas chiquitas y creo que ahí están de manera clara”.
Proyección internacional
Tras su presentación en el festival universitario, el documental iniciará su recorrido por certámenes internacionales antes de considerar un estreno comercial en México. El objetivo es mostrar una cara distinta de la Ciudad de México y las realidades que enfrenta gran parte de la población.
