Con el Hard Rock Stadium de Miami colmado de asistentes, Shakira retomó su gira mundial Las Mujeres Ya No Lloran en una de las fechas más anticipadas de la gira. La noche adquirió un matiz especial cuando Alejandro Sanz apareció como invitado sorpresa para interpretar junto a la artista colombiana el histórico tema La Tortura, en una presentación que reunió a dos de las figuras más representativas de la música en español.
Un clásico que trasciende el tiempo
A dos décadas de su lanzamiento, el tema La Tortura demostró seguir vigente al provocar una ola de entusiasmo entre el público. Shakira, ataviada con un traje ocre con detalles transparentes que resaltaba su rubia cabellera, mostró su característica energía en el escenario, mientras Sanz, con un atuendo sobrio y elegante, complementó la interpretación con su inconfundible voz.
Química que desborda escenario
Las miradas cómplices, las sonrisas espontáneas y la conexión sin necesidad de palabras entre ambos artistas generaron la sensación de que el tiempo se detenía en el estadio. Al finalizar la interpretación, Shakira expresó:
“Alejandro, sos lo más bello que ha parido España… después de mis hijos”
, palabras que reflejaron la complicidad entre los músicos.
Encuentro que trasciende escenarios
La colaboración de ambos no es casualidad, ya que recientemente unieron sus voces en la balada Bésame, incluida en el álbum ¿Y ahora qué? de Sanz, una composición emotiva que ha resonado profundamente en los oyentes. Este nuevo trabajo conjunto confirma la sintonía artística entre los dos creadores.
Presencia significativa en el público
Entre los asistentes se encontraba Candela Márquez, pareja de Sanz, quien había generado comentarios en redes sociales por un reciente distanciamiento virtual con el cantante. Durante el concierto, la actriz expresó públicamente su admiración hacia Shakira con un mensaje cargado de emoción:
“Las mujeres ya no lloran. Ella, Shakira… Gracias por tu letra, energía y forma de levantar a otras mujeres”
, afirmó mientras grababa un video en el recinto.