El rechazo inicial del actor hacia John Rambo
El nombre de Sylvester Stallone está indiscutiblemente ligado al de John Rambo, aunque esta conexión no fue inmediata ni sencilla. El actor, reconocido por dar vida a Rocky Balboa, enfrentó dudas profundas sobre el potencial de la saga que años más tarde se convertiría en un pilar del cine de acción.
El temor a la catástrofe profesional
“Esto va a acabar con mi carrera”, exclamó Stallone tras contemplar el primer montaje de Rambo: Primera sangre. Junto a su representante, el artista describió una experiencia traumática: “[En la primera proyección], ambos salimos y creo que vomitamos en el pasillo”. Esta reacción impulsó un intento desesperado por detener el proyecto: “Intentamos recuperar los derechos y quemar los negativos”.
Transformación de un fracaso potencial a fenómeno cultural
El descontento del actor se centraba en una narrativa desordenada y un protagonista carente de motivación coherente. Sin embargo, en lugar de abandonar el barco, Stallone se dedicó a reescribir y humanizar al personaje, convirtiendo a Rambo en un símbolo de lucha y resistencia que conectó profundamente con las audiencias.
Legado de un proyecto redimido
El esfuerzo de reestructuración rindió frutos inmediatos. Tres años después del estreno original, se lanzaba la primera secuela, consolidando la saga. La evolución del personaje permitió a Stallone mantenerlo vigente durante décadas, cerrando el capítulo principal en 2019 con Rambo: La última misión, sin descartar posibles retornos futuros.