Resolución de conflicto millonario
Tras seis años de enfrentamiento legal por su legado artístico, Taylor Swift reveló haber adquirido los derechos completos de sus primeras seis producciones discográficas, incluyendo material audiovisual, arte de portadas y canciones no lanzadas. La intérprete confirmó en una misiva oficial que “todo lo que he hecho ahora me pertenece”, expresando su emoción ante este logro.
Origen del conflicto
La controversia comenzó en 2019 cuando Scooter Braun obtuvo el sello Big Machine, adquiriendo derechos sobre discos como Taylor Swift (2006) y Reputation (2017). La artista denunció que “pasé 10 años intentando comprar mis masters directamente, y luego se me negó esa oportunidad”, describiendo el proceso como una “pesadilla”.
El representante musical vendió posteriormente el catálogo a Shamrock Capital en 2020 por un monto cercano a los 300 millones de dólares, según reportes de The Guardian. Swift rechazó inicialmente negociar con la nueva empresa hasta que se le presentó una oferta directa sin restricciones.
Proyecto de regrabaciones
Ante la falta de control sobre sus maestros originales, la cantautora inició en 2021 el proyecto Taylor’s Version para reinterpretar sus primeros trabajos. Hasta la fecha, ha relanzado cuatro álbumes con nuevas versiones y “From the Vault” –canciones inéditas de aquella época–, logrando gran aceptación entre sus seguidores.
Aunque ya recuperó su catálogo completo, Swift indicó que “Reputation (Taylor’s Version)” podría tardar debido a las “dificultades emocionales” que le representa rehacer ese periodo de su vida. En contraste, confirmó haber terminado el álbum debut regrabado, destacando que “realmente me encanta cómo suena ahora”.
“Esos dos álbumes aún podrían tener su momento para resurgir cuando sea el tiempo adecuado… Ahora solo será una celebración”, concluyó.