En el Mercado Martínez de la Torre, localizado en la colonia Guerrero de la Ciudad de México, se encuentra un establecimiento que ofrece aguas frescas, pan de elote y gelatinas artesanales. Sin embargo, lo que lo convierte en un lugar especial es la historia detrás de su propietario, Francisco Torres, apodado Paquito, quien fue el representante de la fallecida cantante Paquita la del Barrio durante más de 25 años.
Un negocio de raíces y recuerdos
Paquito, de 44 años, maneja personalmente el negocio desde hace una década, sin descuidar su trayectoria en el entretenimiento. Su local, llamado El Rincón del Inútil, está decorado con fotos de grandes figuras de la música como Vicente Fernández, Juan Gabriel, Armando Manzanero y, por supuesto, Paquita la del Barrio. “Este negocio tiene 10 años ahora. Yo empecé aquí en este mercado desde muy chiquito… En algún momento yo decía que quería poner un negocio y conjuntar las fotos de los recuerdos”, explicó.
Entre recetas familiares y clientes fieles
Entre las especialidades del lugar se encuentra el pan de elote, cuya receta proviene de su abuela. También destacan sus aguas frescas, en especial la horchata, que aseguran algunos clientes de Mérida es incluso más deliciosa que la de su propia región. Paquito no delega labores: él se encarga de preparar las bebidas, supervisar la cocina y atender a los clientes directamente. “Para mí no hay distinción. Yo aquí a trabajar. Cuando llego me pongo a limpiar, a barrer y a tallar”, dijo sin reservas.
Recuerdos de Paquita y su presencia en el local
Al hablar sobre la cantante Paquita la del Barrio, fallecida en febrero de 2025, Paquito recordó con emoción sus visitas al local. “Sí, de hecho ella venía constantemente. Se metía y se sentaba y le gustaba ver cómo despachaba. Pero de pronto lloraba. Y le decía, ‘¿Pero por qué llora?’”, relató con nostalgia. Las fotografías enmarcadas del lugar no son meramente decorativas, sino que representan momentos especiales con artistas que ya no están, como Juan Gabriel y Diego Verdaguer, así como una anécdota inesperada con el expresidente de Colombia, Juan Manuel Santos.
El Rincón del Inútil: un refugio en tiempos difíciles
El negocio no solo representa una conexión con sus raíces, sino también un sostén económico. Durante la pandemia, cuando muchos en el medio del entretenimiento tuvieron que vender sus equipos para sobrevivir, Paquito logró mantener a su equipo con los ingresos del local. “Gracias a Dios, a mis empleados nunca les faltó el sueldo. Ahí fue donde dije, ‘Diosito, gracias’. Nunca perdimos el piso”, recordó con gratitud. Para él, este negocio simboliza más que una fuente de ingresos: es la representación de sus orígenes, su familia y su comunidad.
“De pronto llevo una entrega de premios a Miami entrando por la alfombra roja, y al otro día yo estaba acá vendiendo gelatinas, ¿no?”, relató Paquito entre risas.
“Aquí un éxito también son las gelatinas, Mati”, le cuenta a Matilde Obregón mientras la lleva a recorrer el mostrador.
“Yo nunca olvidé mis raíces ni de dónde fui. Nunca me fui de aquí”, afirma con firmeza.
