Ariadne Díaz enfrentó dificultades para ingresar a las oficinas de Televisa el lunes, según relató personalmente la artista. La actriz mexicana, de 38 años, se encontró con una protesta de profesores al intentar llegar a su lugar de trabajo en México, donde desarrolla su labor en la producción de la telenovela Papás por siempre.
Encuentro inesperado con manifestantes
“Sorprendida, pero la gente está molesta y tienen sus razones y cuando necesitamos ser escuchados hay que hacer lo que tengamos que hacer para ser escuchados. Nosotros aquí somos empleados, entonces venimos a trabajar y nos encontramos con esto, pero en este país la libre manifestación es un derecho de todos y hay que respetarla”, expresó la protagonista de La doble vida de Estela Carrillo en declaraciones recogidas por Eden Dorantes.
La intérprete indicó que permaneció en el lugar aguardando la posibilidad de ingresar al edificio, aunque reconoció la importancia del movimiento ciudadano. “Mi postura obviamente como ciudadana es el respeto a las necesidades ajenas y que pase lo que tenga que pasar”, añadió la pareja de Marcus Ornellas, destacando su comprensión hacia las demandas de los educadores.
Reconocimiento a la protesta social
La artista valoró la unión de los manifestantes en torno a su causa, relacionada con promesas gubernamentales incumplidas. “Si entramos a trabajar qué bueno porque es nuestra responsabilidad y lo que se esperaría que hiciéramos hoy, pero, por otro lado, también entiendo las razones por las que están aquí, hay una molestia de promesas incumplidas por parte del Gobierno y se están uniendo; qué bueno que haya esa unidad entre ellos, ojalá y la hubiera en otros muchos sectores cuando hay inconformidad con respecto a algo”, señaló.
Finalmente, Díaz no logró acceder a las instalaciones de la empresa y retornó a su domicilio, situación que compartió posteriormente mediante publicaciones en su cuenta de Instagram.
“La gente está enojada y tienen razón de estar enojados”, comentó. “Yo estoy aquí haciendo lo que tengo que hacer que es esperar a ver si me abren la puerta para entrar y también la gente está haciendo lo que tiene que hacer en vías de poder solucionar respecto a cómo trabajan o las inconformidades que tienen, entonces no hay nada que hacer más que esperar”.